Las empresas y operadores económicos tienen la obligación de asumir las consecuencias de los daños medioambientales causados por el desarrollo de su actividad, tomando todas las medidas y medios que estén a su alcance para prevenir, evitar y reparar estos daños (Ley 26/2007).
Daño medioambiental es aquel producido a los siguientes recursos naturales:
- Daños a las aguas
- Daños a la ribera del mar y de las rías
- Daños al suelo
- Daños a las especies de flora y fauna silvestres
- Daños a hábitats naturales protegidos